Caminando por el paseo fluvial del río Nalón, en el puente que cruza el río Tiraña en el momento de su desembocadura, tres patos que se dejaban llevar por la corriente se asoman al pequeño salto que consuma la unión de los cauces. Se lo piensan unos segundos, y uno tras otro levantan el vuelo, ninguno se atreve a dejarse caer.
2 comentarios:
Que bonita y que buena foto. Un saludo :)
Bueno, yo también volaría si pudiera.
Una foto muy chula.
Salud.
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