Ayer me acerqué a Oviedo a ver la exposición "Fin de las certidumbres" en la
galería Decero, un puñado de delicadas fotografías de Fina Menéndez, con la niebla como protagonista. Después de ver las fotos me entretuve un poco en el taller y desde allí me abrieron la puerta a "La Calleja de la Ciega", una calle subterránea y cerrada donde todavía queda un poco de vida. Me encantó recorrerla e imaginármela con niebla.
3 comentarios:
Magnífica la luz y las texturas, con niebla tiene que ser increíble.
Un abrazo Fernando
Parece que huele y todo. Allá vamos.
¡Hala!Que descubrimiento.
Yo creía que la "calleja de la ciega" era un bar musical.
Un túnel muy sugerente.
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