Las puertas cerradas, selladas por la herrumbe y el olvido están esperando ser abiertas y mostrarnos sus secretos y sus vacios. Estas escotillas de los viejos depositos del Pozo Sorriego salen de su largo letargo entre la maleza. Después de años de abandono, la rehabilitación de las instalaciones como centro de formación despeja su camino.
5 comentarios:
interesante foto..."herrumbe y olvido": muy poético...
Demasiado óxido en nuestra cuenca, ojalá se vayan abriendo esas puertas...Saludos.
Qué bien has captado el óxido y las texturas del metal. Buenos colores también.
Un saludo, Fernando!
Una reflexión muy acertada, cuando algo o alguien cierra puertas el resultado puede llegar a ser la incomunicación y el olvido, muy bien representado en tus fotos como la herrumbre. Saludos.
Muy buena foto.
Un saludo.
Pacus
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